- Después de realizar la identificación de grupos de interés en la zona de Pachacámac – Quebrada Verde se puede afirmar que existe una mayoría de grupos privados (54) frente a los públicos (15), siendo los primeros los que se encuentran más involucrados con el trabajo de desarrollo turístico en las lomas, y en general en la cuenca del río Lurín.
- No hay un compromiso de las organizaciones del Estado y los Ministerios para realizar un plan de desarrollo en la zona y la iniciativa es prioritariamente privada (a través de las ONGD y las Asociaciones Civiles, entre ellos GEA, la Asociación Atocongo y el Fondo Ítalo Peruano). Sin embargo el número de estas organizaciones es reducido puesto que no existen propuestas sustentadas y concretas para la implementación de facilidades o la oferta de servicios.
- Asimismo es remarcable el hecho que un porcentaje considerables de personas e instituciones se encuentre a favor de los programas de desarrollo en Valle Verde y las autoridades políticas municipales trabajan de forma conjunta mediante la AAM (Asociación de Autoridades Municipales de la Cuenca del Rio Lurín).
- Dentro de las facilidades de la Municipalidad distrital de Pachacámac, existe una oficina de Turismo que no está habilitada para brindar la información de forma adecuada y no cuenta con los medios para realizar su trabajo de forma eficiente. Por lo tanto su grado de influencia, sobre todo en la población local no es el adecuado, de realizarse por ejemplo un proyecto de inversión o un plan de desarrollo turístico.
- El interés principal de las empresas asentadas en la zona es lucrativo, siendo este el único motivador de su trabajo. Pocas o ninguna empresa de servicios tiene un interés ambiental, de conservación o protección. Por otro lado, no se realizan estudios de impacto ambiental para los proyectos de inversión porque en sí, no hay proyectos sino que la mayoría de emprendimientos se da de forma improvisada. En el caso específico de Lomas de Lúcumo, no hay un manejo transparente de los ingresos percibidos por las visitas, por tanto se requiere contar con la fiscalización de un ente externo para la correcta distribución y reinversión de los recursos, a favor del mantenimiento del atractivo.
- Si bien es cierto que el número de empresas turísticas corresponde al 66.1%, esto comparado con el total de empresas en la zona; esta cantidad es aún incipiente y representa a empresas pequeñas, muchas veces informales. Hay un nivel de precios que pueda ser seguido y por lo tanto muchos prestadores de servicios cargan tarifas muy elevadas y diferentes. Estas no ofrecen un servicio que permita la completa satisfacción del visitante y una experiencia para recordar.
